Cuando Areli era solo un beb©Øe, su mam©Øa y su pap©Øa se mudaron de M©Øexico a Nueva York con su hermano, Alex, para mejorar la vida de la familia, y cuando ella estaba en el jard©Øin de infantes, tambi©Øen la enviaron a buscar. Todo en Nueva York era diferente. Atr©Øas quedaron los s©Øabados en la casa de la abuela, llenos de primos y sol. En cambio, las cosas estaban ocupadas, r©Øapidas y ruidosas. El ingl©Øes limitado de Areli salia mal y sus compa©Þneros de escuela la acusaron de ser ilegal. Pero con el tiempo, Estados Unidos se convirtio en su hogar. Y lo vio como una tierra de oportunidades, donde millones de inmigrantes que llegaron antes que ella abrieron sus propios caminos. Ella sab©Øia que ella tambi©Øen lo har©Øia. Esta es una historia conmovedora, que resuena con millones de inmigrantes que componen el tejido de nuestro pa©Øis, sobre una ni©Þna que vive en dos mundos, una ni©Þna cuya solicitud de DACA finalmente fue aprobada y que ahora esta viviendo su sue©Þno americano.

When Areli was just a baby, her mama and papa moved from Mexico to New York with her brother, Alex, to make a better life for the family--and when she was in kindergarten, they sent for her, too. Everything in New York was different. Gone were the Saturdays at Abuela's house, filled with cousins and sunshine. Instead, things were busy and fast and noisy. Areli's limited English came out wrong, and schoolmates accused her of being illegal. But time passed, and Areli slowly became a New Yorker--although not an American citizen. "I could do anything here," Areli says one day to the city sky. "Someday, I will." This is a moving story--one that resonates with millions of immigrants who make up the fabric of our country--about one girl living in two worlds, a girl whose DACA application was eventually approved and who is now living her American dream.